Al mismo tiempo, Júpiter cuenta con una gran variedad de lunas. Cuatro de los más conocidos son: Ío, Calisto, Ganimedes y Europa. Fueron descubiertos en el año 1609 por Galileo Galilei. Se encuentran entre los mayores satélites del Sistema Solar, acercándose al tamaño de la Luna o de Mercurio. También se sugiere que cuando se formó Júpiter acumuló cantidades sustanciales de energía térmica debido a la contracción gravitatoria. Como resultado, ahora está emitiendo más de esta energía que la que recibe del Sol. Por ello, el gigante gaseoso con todos los objetos que lo orbitan puede verse como una curiosa versión del Sistema Solar en miniatura.