Las distancias en el Universo son enormes. Incluso dentro del Sistema Solar, la luz tarda horas en llegar a los planetas exteriores. Y para recorrer la distancia entre las estrellas, se necesitarían muchos años. Las naves espaciales más avanzadas de que dispone la humanidad tardarían decenas de miles de años en viajar a la estrella más cercana. Puede parecer que la conquista de nuevos mundos seguirá siendo para siempre el destino de los soñadores. Pero esto, ¿es realmente así?