Lucifer... Fósforo... Ishtar… Hésperos… Eósforo… Todos estos nombres sonoros pertenecen al mismo cuerpo celeste: Venus. Siendo el tercer objeto más brillante en el cielo de la tierra, este planeta siempre ha atraído la atención de los investigadores. Densas nubes opacas que ocultaron su superficie durante muchos años excitaron la imaginación de los observadores, obligándolos a imaginar un océano interminable o una densa jungla habitada por monstruos. La realidad resultó ser mucho más compleja y espeluznante que estas ideas ingenuas. Entonces, ¿qué es lo que Venus realmente nos esconde?