Tras la ruptura del Gobierno, Alemania celebra elecciones anticipadas. La campaña electoral es la más corta y probablemente la más controvertida de la historia de la República Federal. Y la cuestión central es, sobre todo, la confianza.
La campaña electoral para las elecciones al Bundestag 2025 representa la carrera por la cancillería más corta, intensa y probablemente más controvertida hasta la fecha. Casi todos los partidos con representación parlamentaria han presentado sus candidatos y no faltan los temas difíciles: malos datos económicos, un presidente de Estados Unidos imprevisible con una política exterior errática, migración, seguridad social, suministro energético... Asuntos que exigen tomar decisiones categóricas pero, ¿quién quedará al frente? La alianza conservadora CDU/CSU ve grandes oportunidades de liderar el próximo gobierno, sobre todo, porque la ruptura de la coalición gobernante el pasado noviembre dejó irremediablemente enemistados a los líderes de los partidos que la formaban: el socialdemócrata SPD, los Verdes y los liberales del FDP.
El reportaje parte de la noche que comenzó con la victoria electoral de Donald Trump y terminó con la caída de la coalición alemana. Los documentalistas Stephan Lamby y Christian Bock han observado desde entonces a los principales candidatos de los partidos con representación en el Parlamento alemán. Una cosa está clara: cada vez menos votantes creen en las grandes promesas de los partidos y cada vez más ponen en duda el consenso político. Una tendencia que favorece sobre todo a la extrema derecha.