Los centros chinos de menores son conocidos por su dureza. Los jóvenes terminan allí por delitos penales o porque sus padres no pueden controlar su rebeldía. El reportaje acompaña a algunos de estos chicos en un reformatorio.
No hay escapatoria, cada paso está vigilado, y para sobrevivir hay que ser leal al sistema, no a los amigos. No se trata de una pesadilla orwelliana, sino del «Peach Reform School», un centro de detención de menores chino cuyo nombre traducido es «melocotón». El documental, que se filmó en esta escuela durante más de un año, ofrece una visión profunda e inquietante del sistema chino de prisiones de menores. Desde la atemorizada Wenjun, de 11 años, a los amantes secretos adolescentes Lei-gong y Chanjuan, pasando por el rudo pero ambivalente profesor Zhou Hai: las conversaciones con estas personas revelan que todas son víctimas de un sistema que antepone la obediencia y el orden al amor y la amistad.