Después de diez años de dictadura, Augusto Pinochet emitió una lista con los nombres de los desterrados a los que ya se les permitiría regresar a Chile. Miguel Littín no se encuentra en esta lista, halla su nombre en otra lista de personas a las cuales se les prohíbe visitar el país. Este hecho convence a Miguel que la única manera de retornar a su querida patria es mediante el uso de un pasaporte falso, una profesión y una excusa falsas, y más aún, con una esposa falsa.
Durante su visita, Littín, haciéndose pasar por un hombre de negocios uruguayo, ...
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