El primer día de mayo, cientos de miles de estadounidenses participaron en una huelga de alquileres, pidiendo a los líderes estatales que cancelaran el alquiler durante la crisis del coronavirus.
La protesta, la mayor huelga de alquileres convocada en EU en décadas, se produjo en un momento en el que 30 millones de estadounidenses habían solicitado beneficios de desempleo debido a la desaceleración económica causada por la pandemia.