La traducción al latín y al castellano de obras científicas y filosóficas llevadas a cabo en Toledo en los siglos XII y XIII resultó uno de los instrumentos más eficaces para la transmisión de la ciencia.
Pero también sirvió para la preservación del conocimiento pues gracias a las traducciones hoy podemos conocer obras cuyos originales se han perdido. En esta labor, los judíos desempeñaron una labor fundamental.
En la primera etapa hay que destacar la figura de Abraham ibn Daud, responsable junto a Domingo Gundisalvo, de la traducción del ...
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