Las consecuencias del cambio climático se pueden ver y sentir claramente en la región rumana de Oltenia. Donde antes los prados y los bosques verdes bordeaban las orillas del Danubio, ahora se extienden zonas arenosas, que ya cubren más de 800 kilómetros cuadrados a lo largo del Danubio. El viento lleva la arena a los pueblos e incluso a la capital, Bucarest, que está a más de 200 kilómetros de distancia. Es el resultado de una combinación de calentamiento global y políticas agrícolas despiadadas. En las décadas de 1970 y 1980, el dictador Nicolae ...
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