En el extremo norte de Noruega, donde Europa Occidental y la OTAN limitan con Rusia, se encuentra Kirkenes. Cuenta con solo 3.500 habitantes y, sin embargo, es un peso pesado geopolítico. Un batallón de 600 soldados de élite lo destaca.
Los dos reclutas de 19 años, David Bratland y Jesper Bruseth, realizan su servicio militar en Kirkenes, en el «Jägerbataillonen GSV». El entrenamiento de los guardafronteras, a unos 400 kilómetros al norte del círculo polar ártico, es duro. En invierno, no son raras las temperaturas de 30 grados bajo cero. Además, sólo hay ...
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