Filipinas posee inmensos yacimientos de oro. Los buscadores de oro son, a menudo, niños. Su tamaño les permite sumergirse en los pozos cavados por ellos mismos. Arriesgan sus vidas a diario buceando en pantanos y en el fondo del mar.
En todo el país, las familias excavan en miles de pequeñas minas sin ningún tipo de supervisión ni control. Hombres, mujeres y niños esperan encontrar pepitas de oro que puedan vender por un puñado de pesos.
En los pantanos en el centro del país, Hato, de 13 años, bucea todos los días en los pozos profundos durante horas. ...
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