de Roberto Gavaldón. México. 1960
Gerardo Anguiano es médico sin embargo lo encontramos encerrado en un pulmón de acero a causa de haber contratado el poliomielitis a consecuencia de su búsqueda de un tratamiento nuevo. A pesar de su condición actual se le pronostica que se sane pronto. Lo visita un hombre tosco del pueblo de su nacimiento para hablarle en términos vagos de una enemistad hereditaria. Hasta cachetea al enfermo en la cara. Mientras se sana ya fuera del aparato que lo encerraba le cuenta a su enfermera Elsa -también su novia- del asunto. El ...
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