Cada minuto, toneladas de plásticos van a parar a mares, ríos y lagos. Un vertido gigantesco de consecuencias catastróficas. Nuevos métodos de reciclaje y materiales alternativos podrían ayudar a paliar la situación.
La asociación alemana KRAKE ha instalado en el Rin la primera trampa de residuos en un río del país. La estructura, de fabricación propia, captura la basura que va a la deriva con ayuda de una cesta colocada entre dos flotadores. Zapatillas, botellas de plástico, productos industriales... los voluntarios recogen con su invento todo tipo de ...
continua