En Brazzaville, capital de la República del Congo existe una generación de auténticos dandis, agrupados en la Sociedad de Personas Mundanas y Elegantes. En un país donde impera la precariedad y el sufrimiento, un grupo de congoleños destacan por su lujosa y elegante indumentaria, luciendo nada menos que prendas de marcas como Yves Saint Laurent, Kenzo o Giorgio Armani, sin faltar un par de zapatos Weston. Pero, ¿cómo se financia este lujo?