Desde la invasión de Ucrania, se han incautado muchos yates de lujo de oligarcas rusos. Algunos trasladaron sus palacios flotantes a Turquía para evitar sanciones. Sin embargo, la construcción y el negocio de los yates siguen prosperando.
Los superyates vinculados a los oligarcas desaparecieron repentinamente; sus sistemas de identificación automática estaban deshabilitados. Los yates, que llegan a estar valorados en 600 millones de euros, siempre han sido el máximo símbolo de estatus, codiciados y despreciados en igual medida. La diseñadora de interiores ...
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