Cada día, en Estados Unidos, mueren por arma de fuego nueve menores de edad. Algunos perecen en tiroteos masivos que acaparan los titulares de los medios de comunicación, pero muchos otros fallecen en accidentes domésticos, porque agarran las armas de sus padres. Aún así cada vez es más habitual que a los niños estadounidenses se les regale un arma de fuego por su cumpleaños o por Navidad.
A pesar del número creciente de familias destrozadas por la pérdida de sus hijos, el poderoso lobby de las armas continúa alentando a los ciudadanos a armarse. En ferias ...
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