En 1994 las milicias hutus de Ruanda asesinaron a más de 800.000 personas, en su mayoría pertenecientes a la minoría tutsi. Con la ayuda de su esposa Dafroza, el francés Alain Gauthier intenta llevar ante los tribunales a los genocidas escondidos en Europa.
Alain Gauthier y su esposa se encuentran en la capital ruandesa, Kigali, ante el monumento conmemorativo del genocidio. La propia Dafroza Gauthier es ruandesa. Su madre fue asesinada en la masacre hace 25 años, mientras la comunidad internacional contemplaba impasible cómo la mayoría hutu exterminaba a ...
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