Cada año, más de 100.000 mexicanos, que viven en Estados Unidos, son deportados a México. Muchos de ellos han crecido y vivido durante muchísimos años en EU, trabajando, pagando impuestos, y formando familias. Algunos ni siquiera hablan español. En cuestión de días, se ven apartados de sus hijos y seres queridos y son expulsados al otro lado de la frontera; sin ninguna posibilidad de regresar a su casa y sin derecho a apelar su deportación.
La ciudad fronteriza de Tijuana se ha convertido en un muro entre dos mundos y, allí, terminan los migrantes ...
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