La Ruta Marítima del Norte está destinada a unir el océano Atlántico con el Pacífico a lo largo de la costa norte de Rusia. De indiscutible valor económico, es navegable gracias a los rompehielos nucleares rusos, que durante años han desempeñado un papel clave en su aprovechamiento, facilitando el transporte de mercancías, petróleo, gas licuado y otros recursos desde Rusia hacia los mercados internacionales. Ahora, más que nunca, su desarrollo se ha convertido en una prioridad nacional.