Están en la edad en la que deberían despegar en la vida. Tomar el destino en sus manos, acabar la escuela, ir a la universidad, aprender un oficio. En cambio, las perspectivas de muchos jóvenes quedaron en vía muerta.
Karl, 17 años, vive en una localidad de Brandeburgo: Wriezen. Tenía ya las maletas hechas para ir a una escuela en Canadá. Cuatro días antes de partir, la pandemia de Covid-19 obliga a suspender su vuelo. En lugar de entablar nuevas amistades y esquiar en las Montañas Rocosas, intenta aprovechar lo mejor posible la escuela virtual para sacar ...
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