Los aludes son impredecibles, destructivos y a menudo mortales. Las masas de nieve al precipitarse al valle arrastran todo lo que encuentran en su paso. Equipos de artificieros intentan evitar el peligro mediante avalanchas controladas.
Hasta 10.000 turistas de esquí se mueven a diario por la zona del glaciar de "Kitzsteinhorn”, en Austria. Aquí, una buena nevada nocturna puede dejar medio metro de nieve fresca. Entonces es cuando René Zisek y su equipo de artificieros entran en escena. Al amanecer, antes de que lleguen los primeros entusiastas de los deportes ...
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