En el archipiélago ártico de Spitsbergen, cualquiera puede vivir y trabajar sin visado. Aquí vive gente procedente de más de 50 países. Pero la vida en el gélido norte es dura, pues no existe una red de ayudas sociales para los inmigrantes.
A pesar de los meses de oscuridad en invierno, Spitsbergen atrae a muchas personas. Para algunas, el aliciente es un trabajo bien remunerado en un lugar aislado, para otras, la impresionante naturaleza. El filipino Efren Regato es uno de los que ha elegido vivir en los confines de Europa. Es empleado de limpieza. Tiene ...
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