Alemania es para muchos y muchas un sueño. El país queda de repente idealizado. Y cuando se da la oportunidad, uno se muda ahí. Pero no todo es como se pensaba, sobre todo para muchas mujeres.
"Si uno decide migrar por su pareja, eso no es bueno. Uno lo tiene que ver como un proyecto personal, pero cuando se hace por alguien más se produce el autosacrificio, el duelo migratorio, y no se da cuenta uno de todo a lo que se renuncia por alcanzar su propio sueño", dice Marietta Uranga.
Desde que ella fundó el proyecto "Coaching para Mujeres Tristes" a esta ...
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