Un nuevo orden mundial está tomando forma. La pandemia del Covid-19 mostró hasta qué punto las grandes potencias dependen de determinados productos estratégicos. La persistente escasez de chips, esenciales para nuestra vida diaria, está remodelando las relaciones geopolíticas, alimentando la inflación y aumentando las tensiones entre Estados Unidos y China.
Se estima que en 2021 dejaron de producirse 10 millones de automóviles en todo el mundo debido a que los fabricantes no tenían suficientes chips. La computadora, la tostadora, las tablets y nuestros ...
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